martes, 8 de septiembre de 2009

El hombre, desde los primeros años, siempre ha guiado su conducta por los hábitos que adquiere, ya sea a través de sus pares o tutores, o de su propia experiencia en el quehacer cotidiano. Esta guía puede ser entendida como un proceso denominado APRENDIZAJE.
Se define aprendizaje como la adquisición de una nueva conducta en un individuo a consecuencia de su interacción con el medio externo. Es un proceso continuo y permanente, que en ocasiones se realiza inconscientemente de lo esperado por el sujeto. Para que exista aprendizaje es necesario que se conjuguen una serie de funciones a nivel cerebral, tanto como poner en juego todos los sentidos necesarios para realizar la operación, junto con otras funciones conocidas como funciones cognitivas; entre ellas se pueden señalar: memoria, atención, percepción, lenguaje, psicomotricidad y pensamiento.Como es de suponerse, si esta alterado alguno de los sentidos necesarios, el aprendizaje se puede presentar con alguna dificultad, lo que va a manifestar en bajas calificaciones, frustración por parte del alumno, acompañado de sentimientos de desagrado hacia si mismo y hacia su entorno educativo, pero ¿Que pasa cuando los sentidos no están alterados?, ¿A que se debe que pese a poseer una inteligencia normal (sin ninguna discapacidad intelecual), así como tampoco trastornos sensoriales, a algunos niños les va mal en la escuela?
Este nuevo campo es abordado por la Psicopedagogía, disciplina que estudia el aprendizaje formal y no formal, contextualizado y todas las alteraciones que se puedan presentar en este proceso, cuyo origen no este fundamentado en alteraciones cognitivas o sensoriales, así como tampoco a deprivaciones culturales por parte de la familia o el entorno educativo.

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